4 efectos saludables de aprender idiomas

alzheimer una ventaja de aprender idiomas

Aprender un segundo idioma no sólo te resulta útil para acceder a un puesto de trabajo o viajar por el extranjero. Además tiene poderosos efectos sobre el cerebro, según demuestran recientes estudios científicos.

1. Plasticidad cerebral. Tras examinar a 105 personas de las que 80 eran bilingües, científicos del University College de Londres (Reino Unido) detectaron que conocer un segundo idioma modifica de manera positiva la estructura del cerebro, en concreto el área que procesa información. En particular, mejora la llamada plasticidad cerebral, potenciando el aprendizaje y la memoria.

2. Retrasa el Alzheimer. Ellen Bialystok, profesora de Psicología de la Universidad de York en Toronto (Canadá), realizó un estudio con 450 pacientes con Alzheimer, la mitad de los cuáles había hablado dos lenguas la mayor parte de su vida, mientras el resto sólo manejaba una. Bialystok encontró que las personas que hablaban más de un idioma empezaron a mostrar los síntomas de la enfermedad entre 4 y 5 años más tarde.

Concentración mental3. Más concentrados. De acuerdo con una investigación publicada el año pasado en la revistaPsychological Science, los niños que aprenden más de un idioma tienen más capacidad de concentrarse y focalizar su atención, ignorando las interferencias que pueden distraerlos.

4. Gimnasia mental. Cuando una persona bilingüe cambia de un idioma a otro está ejercitando su cerebro, según ha podido comprobar Judith Kroll, del Centro de Ciencia del Lenguaje de la Universidad Penn State (EE UU). Esta “gimnasia cerebral” le permite manejarse mejor en situaciones de multitarea, es decir, trabajar en varios proyectos al mismo tiempo.

Las lenguas más fáciles de aprender para los hispanoparlantes

No hay ninguna ley que diga que tengamos que aprender primero unas lenguas u otras. La gente elige en términos de utilidad o gustos personales: “Estudio inglés porque quiero encontrar trabajo y es imprescindible”, “Estoy aprendiendo alemán porque soy ingeniero y tengo claro que me gustaría ir allí”. “Aprendo francés porque me gusta cómo suena”. Y no hay nada de malo en ello.

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De entrada, quede claro que nada es fácil en esta vida. Todo requiere esfuerzo, aunque los españoles y latinoamericanos partamos con un “background” mucho más sólido al empezar a estudiar lenguas latinas que cuando lo estudia un japonés, un árabe o un chino. Si lo que quieres es ir a lo más próximo, o más bien, te gustaría convertirte en un políglota y presumir de hablar decenas de lenguas, conocer las que vienen del latín resultará lo más sencillo, aunque con matices (los famosos falsos amigos con los que tendrás que pelear).

  • El portugués. El portugués parece fácil al escucharlo, pero hay que darse cuenta de que portugueses y brasileños no lo hablan igual. A veces parece que estamos oyendo a alguien hablar en español, hasta que mete una palabra que nos suena portuguesa y nos percatamos de que está hablando en esa lengua. Lo hablan 202 millones de personas aproximadamente y se encuentra en Brasil, Portugal, Angola, Mozambique y otros lugares de África.
  • El catalán y el gallego. Se trata de dos lenguas co-oficiales en sus respectivos territorios (Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares). Son las más cercanas a los españoles, ya que quienes sean de esa zona, aunque no sea su lengua materna, la comprenden y la conocen, aunque sea introduciendo pequeños “barbarismos”. Saber catalán, por ejemplo, te hace más fácil estudiar francés.
  • El rumano. Una lengua muy desconocida y no muy estudiada en general, pero enormemente hermosa. Hay alrededor de 24 millones de personas que la tienen como lengua materna. Más compleja a mi parecer que las anteriores, de algunas palabras se puede deducir el significado en español.
  • El occitano. Realmente no conozco a ninguna persona que manifieste algún interés por estudiar el occitano, que es una lengua (minoritaria) que se habla al sur de Francia y en el norte de Italia, también una lengua romance. La hablan unos 2 millones de personas.
  • El italiano. Una lengua hermosa que a muchos enamora y encanta por la belleza de su melodía. El italiano se puede entender con cierto esfuerzo y si hemos aprendido algo de vocabulario, pero también debemos tener en cuenta que hay variedades dialectales que nos harán la tarea mucho más complicada.
  • El francés. Es quizás el idioma que más atrae a los españoles. De hecho, tradicionalmente se ha estudiado como segunda lengua en muchos colegios e institutos. Nuestros mayores dicen mucho aquello de “yo era de francés” para justificar que no controlan mucho el inglés. La gente en español puede entender algunas palabras, pero es necesario estudiarlo en profundidad si queremos ser hablantes independientes.

Tengamos en cuenta lo que siempre decimos. Incluso si es un idioma fácil, a menos que sea nuestra lengua materna, realmente nunca la vamos a hablar tan perfectamente como un nativo culto, que lleva hablándola desde que era un bebé. Por el contrario, si de verdad queremos convertirnos en políglotas y disponemos de tiempo, podemos estudiarlas de cara a poder hablar en ese idioma.